En el último minuto de juego los Rayados del Monterrey lograron un gol agónico que dejó las cosas igualadas 2-2, en partido correspondiente a la Jornada 7 del Apertura 2007.
Los Zorros abrieron el marcador por conducto de Juan Carlos Medina, pero Jesús Arellano igualó en uno las acciones con un soberbio tanto, ya en la segunda mitad. En tiempo de compensación, Lucas Barrios adelantó a los locales, pero Egidio Arévalo, con un incómodo remate a segundos del final puso cifras definitivas al encuentro.
Al llegar el segundo tiempo, la actitud del equipo de Miguel Herrera se tornó más agresiva. Como en la primera parte, el más jugador rayado más peligroso fue Luis Ernesto Pérez, quien inquietó en un par de ocasiones a Antonio Pérez. Mientras tato, Atlas ocupaba la mayor parte de sus fuerzas en contener y controlar la reacción regia, aunque no dejaban de buscar el arco de enfrente.
La incesante presión regia rindió frutos al minuto 69. Gracias a un buen cambio de Miguel Herrera, Serafín dejó su lugar a Jesús Arellano al 59; 10 minutos después, el “Cabrito” anotaría un golazo gracias a un disparo lejano que se incrustó en el ángulo superior izquierdo de la meta de Antonio Pérez.
Esta anotación trajo consigo una clara disminución en el accionar del conjunto rayado, lo que permitió que los locales retomaran el control del esférico, sin embargo, el cuadro de Rubén Omar Romano parecía no saber que hacer con él y terminaba entregándolo con mucha facilidad al rival.
Todo lo descrito en esta crónica sigue cierta lógica, misma que, a partir del minuto 90, pareció haber desaparecido por completo. Antes de que el llegara el último minuto del tiempo reglamentario, Atlas era ampliamente dominado por Monterrey, sin embargo, cuando las manecillas del reloj ingresaron al territorio del tiempo de compensación, Lucas Barrios, tras gran jugada en el área, marcaba el 2-1 que parecía sellar el primer triunfo rojinegro. Pero los Rayados no habían dicho la última palabra, y por conducto de Arévalo igualarían a segundos del final.
Los Zorros abrieron el marcador por conducto de Juan Carlos Medina, pero Jesús Arellano igualó en uno las acciones con un soberbio tanto, ya en la segunda mitad. En tiempo de compensación, Lucas Barrios adelantó a los locales, pero Egidio Arévalo, con un incómodo remate a segundos del final puso cifras definitivas al encuentro.
Al llegar el segundo tiempo, la actitud del equipo de Miguel Herrera se tornó más agresiva. Como en la primera parte, el más jugador rayado más peligroso fue Luis Ernesto Pérez, quien inquietó en un par de ocasiones a Antonio Pérez. Mientras tato, Atlas ocupaba la mayor parte de sus fuerzas en contener y controlar la reacción regia, aunque no dejaban de buscar el arco de enfrente.
La incesante presión regia rindió frutos al minuto 69. Gracias a un buen cambio de Miguel Herrera, Serafín dejó su lugar a Jesús Arellano al 59; 10 minutos después, el “Cabrito” anotaría un golazo gracias a un disparo lejano que se incrustó en el ángulo superior izquierdo de la meta de Antonio Pérez.
Esta anotación trajo consigo una clara disminución en el accionar del conjunto rayado, lo que permitió que los locales retomaran el control del esférico, sin embargo, el cuadro de Rubén Omar Romano parecía no saber que hacer con él y terminaba entregándolo con mucha facilidad al rival.
Todo lo descrito en esta crónica sigue cierta lógica, misma que, a partir del minuto 90, pareció haber desaparecido por completo. Antes de que el llegara el último minuto del tiempo reglamentario, Atlas era ampliamente dominado por Monterrey, sin embargo, cuando las manecillas del reloj ingresaron al territorio del tiempo de compensación, Lucas Barrios, tras gran jugada en el área, marcaba el 2-1 que parecía sellar el primer triunfo rojinegro. Pero los Rayados no habían dicho la última palabra, y por conducto de Arévalo igualarían a segundos del final.
Jugador del Equipo: “Cabrito”/Luis Pèrez
Lo Bueno: Goles de “Cabrito” y Arevalo
Lo Malo: No poder ganar de visitante
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